Dios no juega a los dados, pero algunos políticos sí. De hecho, su temeridad al subir la apuesta y repetir la jugada ha llevado a varios de ellos a la ruina; lo mismo que su incapacidad de manejarse con la suerte que les…
Fuente: Política
Dios no juega a los dados, pero algunos políticos sí. De hecho, su temeridad al subir la apuesta y repetir la jugada ha llevado a varios de ellos a la ruina; lo mismo que su incapacidad de manejarse con la suerte que les…
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