Desde que es secretaria general de los socialistas andaluces, María Jesús Montero ha dado dos órdenes a la federación más numerosa del PSOE: una ha sido la de adelantar la fecha de celebración de los congresos provinciales para que en la primera semana de abril estén en estado de revista. Todos la han secundado. Y la segunda, expresada como un “deseo”, es que haya una “lista única” a las secretarías provinciales. Por ahora, en eso no se le está haciendo caso: en siete de las ocho provincias hay batallas en marcha incluso algunas traspasan el ámbito de las escaramuzas. “Vamos a ir a la guerra”, dice un dirigente gaditano que pretende desbancar al secretario de Cádiz, Juan Carlos Ruiz-Boix. Estos conflictos provinciales enturbian el próximo congreso de unidad del PSOE andaluz.