La severa parálisis de la producción y el comercio que causó inicialmente la dana queda atrás. Pero persisten los efectos de la catástrofe, y se mantendrán durante tiempo considerable. Este es la síntesis del diagnóstico que emerge de la información manejada y actualizada diariamente por el Banco de España, sobre un amplio número de datos de la economía valenciana. Y especialmente, sobre la zona cero de la gran riada.