Valencia ha recuperado este jueves el pulso, después de que se rebajara el nivel de aviso meteorológico, de rojo (el máximo) a naranja (el segundo en una escala de tres), y después a amarillo para finalmente desactivarse por la tarde. Incluso ha salido el sol. La noche anterior, los ciudadanos mostraron rigor en el cumplimiento de las precauciones, ante el peligro extremo de lluvias torrenciales que llevó a la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) a establecer ese aviso rojo, entre otras poblaciones, en la capital y en la comarca de l’HortaSur, la más afectada por la dana anterior, la del 29 de octubre. La catástrofe natural que ha causado al menos 216 muertos en la provincia está anclada en la memoria.