La escuela Alhambra, el primer colegio privado de capital español en Marruecos, tenía listos los relucientes pupitres y las coloristas salas de juego para estrenar sus cursos de educación primaria e infantil este mismo mes. Más de 250 alumnos se habían preinscrito desde que en mayo pasado terminaron las obras de construcción, en terrenos anejos a la catedral de Tánger alquilados a la Iglesia católica. La demanda de enseñanza en castellano no deja de crecer en el país magrebí, donde España cuenta con su mayor red educativa en el exterior: más de 5.000 alumnos y 350 profesores en una decena de centros públicos en los que son habituales las listas de espera para poder acceder.