Desde 1813, el municipio onubense renueva la promesa de Acción de Gracias a la Blanca Paloma, a la que se encomendó cuando el ejército francés avanzaba hacia la villa para aniquilar a su rebelde población
Desde 1813, el municipio onubense renueva la promesa de Acción de Gracias a la Blanca Paloma, a la que se encomendó cuando el ejército francés avanzaba hacia la villa para aniquilar a su rebelde población