La aprobación de los presupuestos de las principales instituciones vascas ha terminado de certificar que Euskadi se ha instalado en la vía del pacto y el apaciguamiento, en contraste con la polarización que se vive al sur del Ebro. Si bien el PNV y el PSE, con mayoría suficiente en el Parlamento vasco, no han cerrado finalmente un acuerdo más amplio con EH Bildu para un pacto presupuestario, estas formaciones han exhibido en las diputaciones forales las posibilidades de la geometría variable en el País Vasco, pactando la abstención de Bildu en Bizkaia y Álava, y aprobando las cuentas de Gipuzkoa con los votos del PP.