Los etarras Aitor Aguirrebarrena y Asier Arzalluz, conocidos por los alias de Peio y Santi respectivamente, han confesado este martes su participación en la muerte de José Luis López de Lacalle, el intelectual antifranquista y columnista de El Mundo asesinado en 2000 de cuatro tiros. Los dos terroristas, que están actualmente en prisión por otros crímenes, han admitido su implicación durante el juicio celebrado contra ellos en la Audiencia Nacional. Según el escrito de acusación de la Fiscalía, que pide una pena de 26 años de cárcel para ellos, ambos intervinieron en los seguimientos previos a la víctima y dieron cobertura al autor material de los disparos, José Ignacio Guridi Lasa, el día del atentado. La familia de Lacalle reclama una condena de 30 años.