“Este hemiciclo es de derechas”, certificaba el pasado martes ante el pleno del Congreso una diputada de izquierdas, la republicana catalana Pilar Vallugera. Hace 16 meses, cuando se constituyeron las actuales Cortes, resultaría raro oír algo así. La inercia de la anterior legislatura llevaba a algunos a seguir hablando de una “mayoría progresista”. La realidad se ajustaba más bien a lo que en noviembre de ese año, en la sesión de investidura de Pedro Sánchez, otro miembro de ERC, Gabriel Rufián, comentó dirigiéndose a los escaños de la derecha estatal: “¿Saben qué es lo único que nos une a los que vamos a votar juntos? ¡Frenarles a ustedes!” Frenar todo aquello que se podría sintetizar en la celebérrima foto de Colón: una idea de España en combate sin tregua con las fuerzas soberanistas.