La confluencia tácita entre PP y Junts propinó este miércoles el peor golpe parlamentario sufrido por este Gobierno y volvió a arrojar serias dudas sobre la viabilidad de la legislatura. Las derechas nacionales y la independentista catalana coincidieron de nuevo en sus maniobras para castigar a Pedro Sánchez, esta vez con muy serias consecuencias directas sobre la ciudadanía: su voto conjunto contra el decreto ómnibus del Ejecutivo provoca la congelación momentánea de las percepciones de 12 millones de pensionistas y deja sin efecto las bonificaciones al transporte público y algunas ayudas a los afectados por la dana o el volcán de La Palma.