El nombramiento es el mensaje. El fichaje de Jaume Duch, nuevo consejero de Unión Europea y Acción Exterior de la Generalitat —y hasta el pasado domingo director general de Comunicación del Parlamento Europeo— por parte de Salvador Illa señala el objetivo con claridad: devolver a Cataluña el espacio que perdió ante las instituciones europeas durante el procés. Bruselas siempre ha sido una prioridad para los presidentes de la Generalitat, desde Jordi Pujol hasta Pere Aragonès. Pero las cosas se torcieron mucho para la Generalitat en la UE desde que el expresidente Artur Mas puso el marcha el procés. En los últimos años, Aragonès (ERC) ha tratado de volver a tener una voz escuchada en Bruselas: viajó a la capital comunitaria y fue recibido por varios comisarios. No obstante, la designación de Duch, con una dilatadísima experiencia en las arenas comunitarias, apunta la clara intención de dar un salto adelante en este campo.