La sentencia que el Tribunal Constitucional dictó la semana pasada privando del voto telemático al exconsejero de la Generalitat Lluís Puig advierte con rotundidad de que cualquier intento de volver a participar de forma no presencial sin causa justificada en votaciones en el Parlamento catalán carecerá de toda eficacia jurídica, al haber quedado anulados los acuerdos de la Mesa de la Cámara que permitieron dicho mecanismo. El aviso se conoce justo cuando el pleno del Parlament está celebrando este lunes su sesión constitutiva, y los partidos independentistas, que son mayoría en la Mesa de Edad, han anunciado que sí aceptarán los votos de Puig y de Carles Puigdemont —ambos huidos de la justicia desde 2017—, desoyendo así al Constitucional.