Las palabras se evaporan, pero dejan un fuerte aroma inicial, una estela de ese orgullo indisimulado, de preeminencia y superioridad; un rastro que desaparece lentamente
Las palabras se evaporan, pero dejan un fuerte aroma inicial, una estela de ese orgullo indisimulado, de preeminencia y superioridad; un rastro que desaparece lentamente