Biescas, Lorca, Muxía y el volcán… Los que estaban al mando cuando se desataron todas esas catástrofes confiesan que el ser humano tiende a minimizar el tamaño del desastre. «Si entiendes de golpe lo que está pasando, te metes debajo de la mesa a llorar». Estrés, rabia, incredulidad y toma inmediata de decisiones: así se enfrenta el ser humano a las calamidades cuando están al mando