Pere Aragonès no ha querido polemizar abiertamente con Carles Puigdemont en el día que previsiblemente el republicano ha celebrado el último Consell Executiu con sus consellers. O más bien, si ha polemizado ha sido intentándolo hacer elegantemente. Esquerra respondió sin tapujo ante la carta en la que el expresident les responsabilizaba de su probable detención exigiendo una rectificación y afirmando que es una ofensa. En comparecencia desde la galería Gòtica de Palau, el jefe del Govern, en cambio, ha pasado de puntillas sobre esta cuestión y se ha limitado a desearle que pueda volver “en plena libertad”. Pero sí que de manera implícita se ha dirigido al expresident para recordarle que es el Tribunal Supremo quien tiene la responsabilidad de aplicar la ley de Amnistía. “Las leyes se tienen que cumplir también por parte de los tribunales y quien tiene en su mano tomar determinadas decisiones es el Supremo”, ha resaltado.