Miriam González aún no sale de su asombro tras haber mantenido decenas de reuniones ya en unos pocos meses con responsables políticos del máximo nivel del Gobierno central, los Ministerios, una decena de Comunidades Autónomas y numerosas capitales y Ayuntamientos por toda España. González es una prestigiosa abogada española, que trabajó muchos años en Londres cuando su marido, Nick Clegg, fue viceprimer ministro británico, luego en Palo Alto, California, y ahora persigue el reto de contribuir a mejorar desde la sociedad civil el funcionamiento de las administraciones de su país en materia de transparencia y buen gobierno. No le está resultando fácil ni sencillo. España Mejor, el movimiento que fundó, ha enviado un código ético con 99 medidas implantado en otros países a 400 instituciones de todos los signos políticos y ninguna lo ha firmado. “Nos reciben casi todos, nos dicen buenas palabras, pero no lo entienden bien, algunos nos comentan que los asesores son suyos”, remata.