El foro económico de Davos, que arranca este martes, es sobre todo una gran concentración de hombres de negocios haciendo su trabajo, mover dinero y buscar rentabilidad, pero cada vez más es también un lugar simbólico del debate político en el mundo. Y este año, en el que se inaugura prácticamente a la vez que toma posesión Donald Trump como presidente de Estados Unidos y que no acudirá en persona pero sí entrará por videoconferencia, la política tendrá todavía mucho más protagonismo.