El esperado pacto entre el PSOE y el PP para renovar finalmente el Consejo General del Poder Judicial, tras cinco años y medio de bloqueo por parte de diferentes cúpulas populares, ha satisfecho solo a esos partidos, que lo tildaron de “hito”, pero no a ninguno de los socios de la mayoría progresista de la investidura. Ni tampoco a Vox, que arremetió casi con más dureza contra el PP por lo que entienden como “una estafa” que contra el PSOE. Los aliados de investidura, y muy particularmente ERC, Podemos y EH Bildu, pero también el PNV, reprocharon al PSOE las formas ocultas con que ha llevado esta negociación solo con el PP. ERC y Podemos auguraron incluso un reinicio de la legislatura con una alianza diferente a la actual entre PSOE y PP. Solo Podemos, y en el lado opuesto Vox, anticiparon su voto contrario a esas reformas. Sumar se contentó con que el pacto “acabe con el secuestro por parte del PP del Poder Judicial”.