Es difícil que ni siquiera un presidente como Sánchez acceda realmente a satisfacerlo, aunque sólo sea porque si no paga Cataluña tendrá que repartir lo adeudado
Es difícil que ni siquiera un presidente como Sánchez acceda realmente a satisfacerlo, aunque sólo sea porque si no paga Cataluña tendrá que repartir lo adeudado