Los partidos en Cataluña se enfrentan este domingo a la cuarta cita electoral en dos años. Exhaustos material e ideológicamente, contienen la respiración ante unos comicios en los que las cuitas partidistas eclipsan el intenso debate sobre el futuro de la UE o la preocupación ante el auge de la ultraderecha. Pero, sobre todo, la coincidencia con las negociaciones para la formación de la Mesa del Parlament y la investidura del futuro president ha terminado por poner sordina a cualquier intento de llevar la campaña a temas europeos.