El aterrizaje de un avión Airbus del Ejército español en la base aérea de Zaragoza con cien inmigrantes a bordo procedentes de Canarias sin conocimiento del gobierno regional ha desatado una agria polémica en la comunidad: mientras que la delegación del Gobierno defiende que ninguno de los llegados ha ocupado plaza en la comunidad y solo estaban de “tránsito”, pero sin aclarar su destino final, el presidente aragonés, Jorge Azcón, les acusa de “secretismo” y exige saber dónde están.