Ambas festividades tienen su origen en el Concilio de Trento (1545-1563) y la reafirmación de la existencia del Purgatorio, etapa en la que nace la devoción contrarreformista de las Benditas Ánimas
Ambas festividades tienen su origen en el Concilio de Trento (1545-1563) y la reafirmación de la existencia del Purgatorio, etapa en la que nace la devoción contrarreformista de las Benditas Ánimas