El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado este miércoles el anuncio de la jubilación voluntaria de uno de los jueces más veteranos y controvertidos de Cataluña: Joaquín Aguirre, que en las últimas cuatro décadas ha dirigido con mano de hierro el juzgado de instrucción número 1 de Barcelona. Aguirre se va sin que sus compañeros le hayan organizado una despedida, en situación de baja laboral y sin haber hecho los deberes: no ha podido cerrar el caso Negreira, que investiga los pagos millonarios del FC Barcelona al ex número dos de los árbitros españoles. Al encontrarse de baja laboral, tampoco ha firmado el auto de archivo sobre la supuesta trama rusa en torno al procés que tanto se empeñó en investigar. A mediados de diciembre, y con una contundencia inaudita, la Audiencia de Barcelona le ordenó cerrar el caso, un trámite que ha resuelto su sustituta.