«Me he metido en mi bañera y ha sido una sensación fabulosa. Me faltaban los patitos», afirma él. «Nos rompemos por dentro cada dos por tres, nos recomponemos; reímos, lloramos…»
«Me he metido en mi bañera y ha sido una sensación fabulosa. Me faltaban los patitos», afirma él. «Nos rompemos por dentro cada dos por tres, nos recomponemos; reímos, lloramos…»