“Parece un escenario de guerra”, afirmaba este sábado un fotógrafo con experiencia en conflictos bélicos en cuanto aterrizó en la zona cero de una dana que ha devastado las poblaciones del sur de Valencia. Los boquetes en las naves industriales de los polígonos de Sedaví o Alfafar se parecen a los que deja un bombazo. Hay coches empotrados como proyectiles. Son numerosas las comparaciones bélicas. Y muy visible es la presencia del Ejército y de la Unidad Militar de Emergencias (UME), con sus enormes vehículos, sus operaciones de rescate y esfuerzos por retirar el lodo de las calles. En las peores horas, inmediatamente después de la riada, los vecinos afectados los recibieron con mucha angustia, todo el mundo deseaba que entraran en todas las localidades arrasadas por el agua. Y aún hoy, otras poblaciones afectadas reclaman su presencia con desesperación.