A Podemos se le ha ocurrido que la Fiesta Nacional del 12 de octubre pase a celebrarse el 15-M, a modo de exaltación de una presunta efeméride común. El cinismo se describe solo: ¿quién está mejor en España con respecto al año 2011? Tal vez hablen por ciertos miembros de su partido que en poco tiempo saltaron de las plazas al escaño, pero tantos otros jóvenes de entonces, adultos hoy, no han salido de su precaria posición. Al contrario: la manifestación por la vivienda ilustra que el 15-M solo sirvió para anestesiar el paulatino declive de la mayoría social en nuestro país, pero hay quien ha empezado a despertar con frustración.